En el peor escenario de una tercera ola de COVID-19 en el paísla cifra de muertes llegaría a 115.189 en el transcurso de ocho meses, según señala un informe técnico de proyecciones del Ministerio de Salud (Minsa).

Al respecto, el titular del sector, Hernando Cevallos, ha advertido que la tercera ola podría iniciarse a finales de setiembre, pero que, a través de la inmunización, se busca retrasar esto.

Ayer, desde el Parque de la Exposición, recordó que también es importante mantener el distanciamiento social, así como el uso de mascarillas, para evitar más contagios.

al ser consultado sobre un posible regreso a una cuarentena, el ministro precisó que esto se evaluará y que dependerá de cómo se desarrolle la pandemia en nuestro país.

“Nada se descarta porque lo más importante es salvar la vida de los ciudadanos. Esperemos que no tengamos una tercera ola agresiva, pero tenemos que preparamos para todas las circunstancias”, explicó.

Precisamente, de acuerdo a las proyecciones del Minsa, en el peor escenario habría 4.130.393 casos nuevos, de los cuales 33.043 llegarían a UCI.

El informe técnico también contempla un escenario conservador. En este se registrarían 67.292 decesos por COVID-19 y 2.301.511 contagios, cifra que incluye a 19.868 pacientes que llegarían a necesitar camas UCI.

Medidas de prevención

El epidemiólogo Antonio Quispe, asesor del Minsa, aseguró a La República que ellos se preparan teniendo en cuenta el “peor escenario” y no el conservador. Explicó que actualmente priorizan tres puntos que podrían postergar el inicio de la tercera ola y también evitar llegar a una situación desoladora, ya que esta “sería como si la segunda ola se repitiese, pero con más fuerza”.

Lo que se busca es acelerar la vacunación, reforzar la atención primaria y también mejorar el manejo de pacientes severos, así como críticos.

En cuanto a las vacunas, Quispe manifestó que se trabaja de la mano con la embajada china para que el fármaco llegue lo antes posible. En este caso, el especialista hizo referencia a los 10 millones de dosis de Sinopharm que se aseguraron ni bien se dio el cambio de Gobierno.

Mientras que para reforzar la atención primaria se ha optado por distintos proyectos e inversiones, como concentradores de oxígeno, entre otros.

El epidemiólogo dijo que si bien por ahora hay un superávit de oxígeno, esto se debe a que el número de casos no es alto. “En ese peor escenario entraríamos rápido al déficit”.

Y sobre los escenarios, el decano del Colegio Médico del Perú (CMP), Miguel Palacios, indicó que más allá de mirar los números de contagios, la preocupación debe ser por los casos que necesitarán ir a UCI.

En el país, señaló, hay cerca de 2.700 camas UCI para COVID-19, que está “lejos de los requerimientos”. Si bien hay más camas de este tipo, se debe tener en cuenta que también hay pacientes con otras enfermedades que las necesitan.

En esa línea, el CMP ha diseñado algunas propuestas que ayudarían a luchar contra la tercera ola. Palacios explica que, para empezar, se le debe dar prioridad al diagnóstico precoz, pues lo que se busca es evitar que el paciente se complique; brindar soporte logístico a los centros de aislamiento temporal y aplicar pruebas moleculares de forma masiva.

Si bien en nuestro país hay alrededor de 7.700 establecimientos de salud del primer nivel, este se subdivide en grupos. Algunos no cuentan con médicos, por lo que se tendrían que priorizar los 1.400 a nivel nacional que sí los tienen. “Deben dotarlos de medicamentos y oxígeno, y potenciarlos con recursos humanos”.

Asimismo, sobre los centros temporales de atención, recordó que el año pasado la extitular del Minsa Pilar Mazzetti dijo en su momento que solo el 30% de estos estaban funcionando.

Palacios manifestó que contamos con 78 puntos de aislamiento en los cuales están distribuidas alrededor de 4 mil camas a nivel nacional. “Esto se tendría que quintuplicar. Es un buen sitio para aislar. En Europa se llaman el eslabón perdido de la lucha contra la COVID-19”.

Agregó que se debe contar con un presupuesto para brindar la atención adecuada a los pacientes y, de ser necesario, también el Estado debe hacerse cargo de las familias. Agregó que el Minsa debe coordinar con las juntas vecinales para el apoyo logístico.

Respecto a las pruebas moleculares, indicó que se podrían aplicar 120 mil por día, pues ya que se cuenta con una mayor capacidad para procesarlas. Palacios aseguró que el estudio de inteligencia sanitaria del Minsa señala las zonas en donde hay más casos, por lo que las intervenciones deberían realizarse ahí.

En esa línea, Quispe manifestó que el Instituto Nacional de Salud (INS) tiene capacidad para procesar hasta 6 mil pruebas y que ahora esa cifra llegará a ser de 10 mil. Aunque, aclaró, se tiene que realizar una inversión bastante grande, debido a que falta recurso humano.

Cifras en Lima y Piura

Según el informe del Minsa, en los dos escenarios proyectados, los lugares más afectados serían Lima metropolitana y Piura.

Y usando como base la peor situación, en la capital se registrarían 830.942 contagios y 38.484 decesos (ver infografía). Y del total de casos, 6.648 requerirían de una cama UCI.

En tanto, Piura llegaría a tener 280.809 casos y 10.330 muertes, mientras 2.246 pacientes necesitarían de una cama UCI.

El presidente regional de la Federación Médica, Arnaldo Vite, señaló que “todos los esfuerzos serían muy pocos, pues estuvieron centrados en la vacunación que no se daba”.

“No nos estamos preparando para la tercera ola adecuadamente”, aseguró. En primer lugar, no se han comprado las plantas de oxígeno que se tenía planeado. El médico detalló que todas las plantas de las que disponen son producto de “donaciones o compromisos de instituciones”.

También indicó que para enfrentar la tercera ola tendrían que contar con un estimado de 300 a 500 camas de hospitalización y unas 50 de UCI. Pero aclaró que la propuesta de la Federación Médica en realidad es reforzar el primer nivel de atención por medio de la dotación de oxígeno. Se busca que los pacientes no se agraven ni requieran camas UCI.

La positividad

De acuerdo al analista de datos Rodrigo Parra, en la última semana hubo seis días en los que la positividad (porcentaje de personas que dieron positivo para el virus de las que se hicieron la prueba) subió de 5% hasta alcanzar el 9%.

“Se ha duplicado la positividad que estamos reportando”. Consideró que una razón por la que se ha visto el incremento sería el relajamiento de las medidas de restricción, como en las Fiestas Patrias.

Sin embargo, esto no debería generar “terror”, explicó Palacios, pues para estar seguros de que se trata de una tendencia se debe esperar que el incremento sea constante por 15 días.

Esto no implica que las medidas que mencionó el CMP no se deban aplicar desde ahora. Para el decano, el Minsa se encuentra en “modo vacuna”, por lo que recordó que al conversar con el ministro Cevallos se le dijo que se debía destinar una parte de su equipo a afinar estrategias de intervenciones sanitarias, como las ya mencionadas. ❖

Vigilancia genómica mejora

El epidemiólogo Antonio Quispe informó que actualmente se realizan 300 pruebas semanales para la vigilancia genómica; no obstante, la meta es superar las mil pruebas. “Es un proceso extremadamente caro y demora cinco días en hacerse (cada) muestra”.

Asimismo, comentó que el Instituto Nacional de Salud (INS) ya tiene la inversión necesaria para este fin. Y precisó que además cuenta con la capacidad. La decisión de aumentar esto fue orden del ministro Cevallos.

Al respecto, en diálogo previo con La República, el ministro de Salud señaló que les preocupaba la variante delta, pues si bien hasta el momento hay solo 40 casos confirmados, existe la posibilidad de que sean muchos más en el país.

Por el momento, según el último estudio del INS, la variante lambda del COVID-19 es la dominante en el país, con un 70,53% de casos.

La pandemia de la COVID-19 ha generado grandes turbulencias en la actividad económica y dentro de las empresas. Sus efectos han sido realmente demoledores como se observa en las cifras de afiliación a la seguridad social o de desempleo. Sin embargo, afrontando el proceso de desescalada, toca pensar en cómo construir una nueva normalidad. Un periodo en el que el coaching puede ser una herramienta escondida que pueda ayudar a las compañías a mejorar su sostenibilidad y productividad. 

A modo introductorio cabe reseñar que el coaching consiste en una relación profesional continuada que ayuda a obtener resultados extraordinarios en la vida, profesión, empresa o negocios de las personas. Es la idea base sobre la que se cimenta esta práctica que puede cobrar más importancia de la que podríamos pensar a partir de ahora.

Thank you for watching

Según explica Mayte Tortosa, CEO y fundadora de YUcoach, en los procesos de coaching trabajamos por un objetivo concreto, al que quiere llegar la empresa, y que se personaliza en el objetivo SMART (acrónimo del inglés que significa específico, medible, alcanzable, relevante y temporal) de nuestros usuarios: únicos e irrepetibles. “Tras completar los procesos, las compañías constatan un aumento de la productividad”, resalta. 

Por el contrario, no se trata de un incremento de la capacidad de producir solo en el corto plazo, ya que durante el proceso se ayuda al usuario a estar enfocado hacia su objetivo. “Hacemos que piense de una manera más creativa y diferencial y buscar el mejor camino para lograrlo, sino porque a medio plazo, nuestro coaching contribuye a sostener la motivación en el tiempo, que precisamente es clave para mantener la productividad aun habiendo finalizado el proceso”, expone la experta. 

La forma de contribuir en la “nueva normalidad”

Tal y como expone Tortosa, el coaching es el nuevo aliado no solo para los empleados, sino también para las compañías en la era post Covid, en tanto que contribuye a una vuelta a la actividad y a la gestión de los cambios que surgirán tras la crisis de la COVID-19. 

¿A qué se debe? “Porque es importante asumir cuanto antes el nuevo contexto y hablar de realidad, en lugar de nueva realidad”, comienza analizando la fundadora de YUcoach. “También, porque tenemos que ser conscientes de que los cambios permanecerán y tenemos que aprender a convivir con ello y ser ágiles y flexibles para adaptarnos”, añade. 

A tenor de sus palabras, el coaching contribuirá a la gestión de los cambios promoviendo en las personas el pensamiento y la acción. “Haciendo un símil, podemos decir que el coaching es la ‘vacuna’ para prevenir y tratar determinadas enfermedades contagiosas como la desmotivación, la falta de enfoque, la apatía, la inacción etc. porque estimula la generación de ideas llevadas a la acción(‘anticuerpos’) para la productividad, con lo que se consigue una ‘inmunización’ para el medio y largo plazo”, ejemplifica. 

Herramienta para mejorar el estrés, la motivación o la creatividad

Tortosa expone que el coaching contribuye a que tanto las organizaciones como los empleados gestionen mejor la vuelta a la normalidad y la actividad. “Durante estos días lo estamos comprobando con nuestros clientes: cómo a través de las sesiones y con el enfoque del coach, logran alcanzar ese objetivo, aprendiendo a convivir con los elementos externos, para que no impacten en su motivación, se concentren en gestionar lo que depende de ellos (teletrabajo, convivencia familiar etc.) y se impulsen a través de la innovación y creatividad para encontrar el camino hacia su objetivo”, comenta. De este modo, mantienen su productividad, o incluso, la mejoran, según esta reflexión. 

Por tanto, de manera generalizada, se entiende que lo más importante en contextos de crisis como el actual es aprender a convivir con los cambios. “A través del coaching, generamos y entrenamos un pensamiento abierto al cambio, para que, en lugar de tenerle miedo, vértigo, nos preparemos para afrontarlo y salir reforzados; es más, el coaching es una manera de promover cambios en las personas a través de las acciones, por eso, consigue que se adapten a los mismos de manera natural”, asegura Tortosa. 

La adaptación del coaching como método fundamental

La siguiente gran cuestión que cabría plantearse es si las empresas van a adaptar cada vez más herramientas de coaching como un método esencial. En este sentido, Tortosa cree que vamos a tener que convivir con continuos cambios que impactarán sobre las organizaciones y éstas tendrán que contar más con servicios personalizados como el coaching para aprender a navegar en este nuevo entorno.

Con todo y con ello, el coaching tiene por delante retos que debe superar. “Si algo demuestra esta crisis es que se impone dejar de considerar el coaching como un servicio caro, puntual solo para los ejecutivos o directivos”, dice Tortosa. 

El coaching profesional es un servicio para empresas que permite un desarrollo personalizado. Para YUcoach es una herramienta de desarrollo profesional muy potente y no debería limitarse a puestos de dirección, sino que tendría que aplicarse a cualquier perfil de la empresa que tenga potencial y que lo necesite. Tanto, que ha conseguido que sea una herramienta de desarrollo profesional más en la empresa, escalable, esté donde esté el profesional, ya que permite utilizarla en cualquier puesto, sin perder calidad y dando un servicio trazable y homogéneo.

Otro desafío al que se enfrenta el coaching es el de ponerse al servicio de la sociedad con espíritu de ayuda y no tanto de negocio. “Es momento de que todos rememos en la misma dirección y que tratemos de que el coaching, que va a ser muy necesario en estos tiempos, pueda llegar a todo tipo de empresas y perfiles”, concluye Tortosa.

Consultenos

whatssapeanos